¿Por qué debemos ayudar a las personas sin hogar? ¿Cuáles son los enfoques innovadores?
Que alguien no tenga casa no significa que no merezca derechos humanos. La población sin vivienda sigue necesitando comida, cobijo, medicinas y ropa, como todo el mundo.
Veamos por qué ayudar a los sin techo beneficiará a todos y las soluciones para resolver la crisis de la vivienda.
Entender la crisis de la vivienda
Quizá se pregunte por qué debemos ayudar a las personas sin hogar. La respuesta está en la compleja red de problemas sociales que contribuyen a este problema creciente. En todo el mundo, aproximadamente 1.800 millones de personas carecen de una vivienda adecuada, y casi 150 millones carecen por completo de ella. Las condiciones económicas, las políticas gubernamentales y las desigualdades profundamente arraigadas desempeñan un papel importante en la perpetuación de la falta de vivienda.
El alcance de la falta de vivienda
En Estados Unidos, las encuestas anuales muestran que la población de personas sin hogar fluctúa entre 500.000 y 600.000 individuos. Sin embargo, es probable que estos recuentos subestimen las cifras reales, ya que pasan por alto a poblaciones ocultas. Las personas sin hogar adoptan diversas formas, desde individuos invisibles hasta personas que sufren episodios esporádicos de falta de hogar o enfermedades crónicas.
Una parte considerable de la población estadounidense se enfrenta a la inestabilidad de la vivienda, lo que la expone al riesgo de quedarse sin hogar o de pasar apuros para pagar el alquiler. El aumento del precio de la vivienda y la amenaza constante de desahucio sugieren un aumento inminente del número de personas sin hogar.
Contexto histórico y cuestiones sistémicas
La crisis de los sin techo comenzó en los años 80, marcada por el cierre de los accesos a Long Island y la desaparición de los servicios de acogida y recuperación de adicciones. Este acontecimiento puso de manifiesto problemas muy arraigados en los sistemas de vivienda y atención sanitaria.
La arraigada exclusión social, incluida la discriminación racial, la insuficiente financiación gubernamental y el impacto de la renovación urbana, intensifican el problema. Una parte importante de los sin techo son negros.
Enfoques innovadores
El programa Boston Health Care for the Homeless ha desarrollado una estrategia integral que atiende tanto las necesidades sanitarias como las de vivienda de las personas sin hogar. Su enfoque incluye la coordinación de la atención y la prestación directa de asistencia sanitaria a las poblaciones vulnerables.
- Hacer hincapié en la vivienda como derecho humano: El programa se basa en la creencia de que la vivienda es un derecho básico de toda persona. Aboga por estrategias que hagan hincapié en las necesidades específicas de los pacientes y se centra en prevenir el desplazamiento y la falta de vivienda.
- Iniciativas de éxito: La Campaña 100.000 Hogares, dirigida por Community Solutions, proporcionó viviendas a personas sin hogar combinando servicios sanitarios y sociales mediante conocimientos compartidos y esfuerzos conjuntos.
- Enfoque pionero: El Programa de Atención Sanitaria a Personas Sin Hogar de Boston fue pionero en enfoques únicos, como el Equipo de Calle y el Modelo de Vivienda Apoyada por Preferencia del Consumidor, subrayando la importancia de integrar la vivienda en la atención empática a las personas sin hogar.
- La necesidad de soluciones integrales: Incidentes recientes, como el de la Policía de Tránsito que obligó a personas sin hogar a desalojar la Estación Sur en condiciones de congelación, ponen de relieve la importancia de reconocer la vivienda como un derecho humano fundamental. Estas circunstancias ponen de relieve la necesidad de contar con sistemas de apoyo sólidos, esfuerzos de colaboración entre organismos y la defensa de estrategias encaminadas a eliminar de forma integral el problema de las personas sin hogar.