¿No consigue realizar tareas importantes porque se distrae? ¿Por qué es tan difícil ser disciplinado?
La disciplina no se origina en un poder especial o en una fuerza superior, sino en ti mismo. Cuando no eres disciplinado, es porque te resistes a crecer.
Descubre las razones psicológicas por las que no siempre es fácil mantener la disciplina.
Por qué nos falla la disciplina
Una de las razones por las que resulta tan difícil ser disciplinado es que nos sentimos desmotivados. Las incesantes dificultades de la vida pueden hacernos sentir que nuestras estrategias de superación personal no han servido de nada. También es posible que nos sintamos agotados y sin confianza en nosotros mismos.
(Nota breve: Algunos expertos afirman que para mantener la motivación para alcanzar tus objetivos, es importante dejarse llevar por la motivación intrínseca (el impulso de hacer lo que te gusta de forma innata). Esto es más sostenible que dejarse llevar por la motivación extrínseca (recompensa o castigo externo). Algunos expertos afirman que la motivación intrínseca y la disciplina son necesarias para alcanzar los objetivos a largo plazo y lograr una salud duradera. Desde este punto de vista, la disciplina es esencial para llevar a cabo los hábitos diarios que conducen a tus objetivos. Sin embargo, debe intentar crear hábitos que le motiven intrínsecamente, ya que se ha demostrado que son los más sostenibles. Por ejemplo, si su objetivo es perder peso y le gustan los ambientes comunitarios, considere la posibilidad de unirse a un club local de atletismo).
Si nuestras estrategias dan resultado y conseguimos alcanzar nuestros objetivos, podemos pensar que hemos superado la necesidad de disciplina. Phil Stutz y Barry Michels advierten de que una vez que sentimos que hemos alcanzado un buen lugar en la vida, es fácil acomodarse demasiado y abandonar los hábitos saludables que nos llevaron allí en primer lugar.
(Nota breve: Según algunos expertos, cuando se intenta sustituir viejos hábitos por otros más saludables, es importante seguir la nueva rutina para evitar que los viejos hábitos vuelvan a aparecer. Las investigaciones demuestran que nuestros viejos hábitos están profundamente codificados en nosotros, incluso mucho después de que los hayamos sobrescrito con nuevos comportamientos. Por lo tanto, si abandonas tu rutina disciplinada después de sentir que ya no la necesitas, serás vulnerable a volver a tus viejos hábitos).
Por último, Stutz y Michels explican que la principal razón por la que perdemos de vista nuestros objetivos y dejamos que la disciplina se desvanezca es porque creemos falsamente que nuestras vidas son eternas. Esto hace que demos por sentado cada momento presente porque creemos que siempre habrá más tiempo para perseguir nuestros objetivos. Cuando creemos que siempre habrá otro mañana para empezar a alcanzar nuestras metas, es más fácil justificar la holgazanería en el presente.
(Nota breve: En La crisis del confortMichael Easter sugiere que la sociedad occidental está especialmente alejada de la muerte y perdida en una ilusión de permanencia. Explica que resulta incómodo pensar en la muerte, por lo que los occidentales intentan distraerse de ella con placeres materialistas. Por ejemplo, los estadounidenses trabajan una media de 47 horas semanales y se enorgullecen de adquirir cosas materiales como casas grandes y coches nuevos. Un experto sostiene que la filosofía materialista vinculada a la negación de la muerte por parte de los estadounidenses se basa en parte en las expectativas de que las tecnologías modernas puedan alargar nuestra esperanza de vida. Por ejemplo, en Estados Unidos se encuentran 28 de los 38 laboratorios antienvejecimiento del mundo).