Una imagen de dibujos animados de un niño llorando sobre una lápida en la que se lee "mi antigua vida" porque los cambios en la vida son tan difíciles de superar

¿Por qué es tan difícil cambiar? ¿Qué nos da sentido a la vida? ¿Cuáles son las tres etapas de la adaptación?

En su libro Life is in the Transitions (La vida está en las transiciones), Bruce Feiler explica que a muchas personas les cuesta navegar por los cambios de la vida, especialmente las transformaciones, por dos razones. La primera razón es que el cambio puede alterar el sentido de tu vida y la segunda es que adaptarse al cambio es similar al duelo por una muerte.

A continuación analizaremos en detalle cada una de las razones.

Razón 1: Las transformaciones cambian el sentido de tu vida

¿Por qué es tan difícil cambiar? Según Feiler, el primer experto en reconocerlo fue el psicólogo Victor Frankl, que estudió cómo las personas encontraban sentido tras el Holocausto en su libro El hombre en busca de míaning. Feiler propone que el sentido se compone de tres elementos: agencia, pertenencia y causa: 

  • La agencia es una sensación de poder personal, de que lo que uno hace importa. 
  • La pertenencia describe cómo encajas con los demás, cómo los valoras y cómo te sientes valorado por ellos. 
  • La causa es tu conexión con algo más grande que tú mismo que guía tus acciones. 

(Nota breve: las ideas de Feiler sobre las fuentes de significado son similares a las de Frankl. En El hombre en busca de sentido(El hombre en busca de sentido), Frankl sugiere que se puede encontrar sentido actuando de acuerdo con los propios valores (lo que corresponde aproximadamente a la capacidad de actuar), experimentando el amor (que corresponde a la pertenencia) o superando el sufrimiento. Según Frankl, se puede trascender el sufrimiento considerando la experiencia como un sacrificio o permitiendo que nos motive para actuar de forma responsable y tomar buenas decisiones, por ejemplo, actuando para evitar que otros sufran en el futuro. Esto es comparable a la definición de causa de Feiler, ya que ambos conceptos hacen hincapié en conectar las experiencias personales con un propósito más grande).

Según Feiler, necesitamos estos tres elementos para sentir que la vida tiene sentido. Sin embargo, la mayoría de nosotros tenemos un elemento que domina nuestras vidas en una estación determinada. Cuando se produce una transformación, nuestra fuente dominante de sentido se ve amenazada. Para hacer frente a ese cambio repentino, necesitamos cambiar a una nueva fuente dominante de sentido. Por ejemplo, las experiencias cercanas a la muerte suelen hacer que las personas reevalúen sus prioridades: Un adicto al trabajo que sufre un infarto relacionado con el estrés puede dar prioridad repentinamente a pasar tiempo con la familia (pertenencia) frente a los logros profesionales (agencia), o una víctima de un delito violento puede dejar de centrarse en su vida personal (agencia) para hacerlo en la defensa social y política (causa).

(Nota breve: Cambiar la forma de encontrar sentido a tu vida puede formar parte del crecimiento postraumático, unfenómeno psicológico en el que una experiencia desafiante conduce a un desarrollo personal positivo. El crecimiento postraumático suele implicar la redefinición de valores, objetivos y propósitos, lo que hace que la vida sea más satisfactoria y enriquecedora. Los factores estresantes positivos y no traumáticos también pueden estimular el crecimiento, al alertarle sobre una fuente de significado que antes descuidaba, descartaba o simplemente ignoraba. Por ejemplo, La autobiografía de Malcolm X describe cómo los viajes al extranjero del líder de los derechos civiles profundizaron su sentido de pertenencia y solidaridad con las luchas mundiales, llevándole a adoptar una perspectiva más inclusiva y universal de los derechos humanos que antes no había considerado).

Feiler afirma que este cambio de significado lleva tiempo, ya que requiere reflexión, exploración y la voluntad de aceptar las contradicciones (ya que puede resultar difícil reconciliar las experiencias pasadas con la evolución de la comprensión de lo que te importa). Es probable que la nueva fuente de significado no te llegue como una epifanía y que experimentes muchos altibajos emocionales en el periodo de transición posterior a una transformación.

(Nota breve: En La vida que vale la pena vivirlos teólogos Miroslav Volf, Matthew Croasmun y Ryan McAnnally-Linz explican cómo contemplar tu filosofía vital puede ayudarte a decidir cómo dar sentido a tu vida. Según ellos, tu filosofía vital es como un documento vivo que engloba todas tus creencias sobre lo que significa vivir bien. Incluye tus fuentes de sentido y cambia a medida que adquieres experiencia vital. Los autores recomiendan contemplar la filosofía de la vida con regularidad -quizá incluso a diario- para poder conciliar las contradicciones entre las experiencias pasadas y las nuevas percepciones que vayan surgiendo. Esto puede ayudarte a navegar de forma más fluida e intencionada por el cambio entre las distintas fuentes de sentido que describe Feiler).

Razón 2: Adaptarse al cambio no es sencillo ni fácil

Feiler afirma que cada transformación va seguida de una etapa de adaptación con tres fases distintas: 

  1. En primer lugar, te das cuenta de que tu antigua realidad ha terminado y te enfrentas a las difíciles emociones que pueden acompañar a la pérdida.
  2. Entonces, empiezas a afrontar (o a luchar por afrontar) el cambio abandonando algunos hábitos y creencias y sustituyéndolos por otros nuevos.
  3. Finalmente, comienza tu nueva realidad. Te ves a ti mismo como una persona diferente de la que eras antes del acontecimiento transformador, con un nuevo sentido, e integras la experiencia en la historia general de tu vida.

Feiler señala que estas fases no siempre se suceden en ese orden exacto y que puede ser necesario volver a visitar una o más etapas. Por ejemplo, si muere un ser querido, es posible que experimentes varios episodios de duelo (la primera fase). Además, Feiler afirma que la mayoría de las personas tienen una fase que superan especialmente bien y otra con la que tienen dificultades; por ejemplo, puede que te tomes la muerte de un ser querido con calma emocionalmente, pero que te resulte difícil reconstruir tu vida sin él (la segunda fase). Dado que la adaptación tras un cambio no es un proceso lineal ni sencillo, puede resultar ardua. A medida que pasas y vuelves a pasar por las distintas fases de adaptación, puedes sentirte inseguro sobre tu futuro y dudar de si estás progresando adecuadamente en la vida.

Una mirada más de cerca a las tres fases de adaptación de Feiler

Otros expertos arrojan luz sobre las tres fases que Feiler nombra y cómo se puede proceder a través de ellas.

La primera fase de Feiler -darse cuenta de que su antigua realidad ha terminado- puede poner en marcha un proceso de duelo. Mucha gente espera que el duelo siga el famoso modelo de las "cinco fases", en el que se procede linealmente a través de estados de negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Pero los expertos afirman que el duelo suele ser mucho más complejo de lo que permite ese modelo. Por ejemplo, se puede pasar de una etapa a otra, saltarse algunas o añadir otras que el modelo no tiene en cuenta, como el shock, la confusión o incluso el alivio. Es posible que tengas dificultades con esta fase en particular si tu duelo es complicado, caracterizadopor un intenso anhelo, dificultad para aceptar la pérdida o sentimientos persistentes de vacío y desesperación.

¿Y qué hay de la segunda fase de Feiler: afrontar o luchar para hacer frente al cambio? Cuando se afronta el cambio de forma saludable, los psicólogos lo denominan afrontamiento adaptativo. Las estrategias de afrontamiento adaptativo le ayudan a gestionar el estrés de forma eficaz y facilitan el crecimiento personal. Por ejemplo, si afronta una ruptura pasando más tiempo con sus amigos o practicando ejercicio físico, le resultará más fácil superar el dolor y descubrirá nuevas oportunidades de conexión y superación personal.

Por el contrario, las estrategias de afrontamiento desadaptativas son las que proporcionan un alivio temporal pero pueden provocar dificultades a largo plazo. Estas estrategias incluyen la evitación, la negación y la asunción de riesgos peligrosos. Si te encuentras realmente luchando en esta fase, es posible que padezcas un trastorno de adaptación -untrastorno mental caracterizado por estrategias de afrontamiento inad aptadas- que requiere tratamiento profesional.

Los expertos señalan que la tercera fase de Feiler, cuando comienza tu nueva realidad, puede ser difícil de alcanzar por ti mismo si la transformación que experimentaste fue traumática. Someterse a una terapia traumatológica puede ayudarle a procesar y dar sentido al acontecimiento traumático, reconstruir su identidad y encontrar sentido a su historia vital. Otro obstáculo al que se enfrentan algunas personas al intentar aceptar su nueva realidad es ir demasiado deprisa. Por ejemplo, las personas que superan una adicción pueden sobrestimar su disposición a reanudar ciertos aspectos de su vida anterior sin estrategias de afrontamiento adecuadas, lo que puede conducir a una recaída.
¿Por qué es tan difícil cambiar? Las 2 razones (Bruce Feiler)

Hannah Aster

Hannah se licenció summa cum laude en Inglés con doble especialización en Escritura Profesional y Escritura Creativa. Creció leyendo libros como Harry Potter y Sus materiales oscuros y siempre ha sentido pasión por la ficción. Sin embargo, Hannah hizo la transición a la escritura de no ficción cuando comenzó su sitio web de viajes en 2018 y ahora disfruta compartiendo guías de viaje y tratando de inspirar a otros a ver el mundo.

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