¿Por qué se paga tan poco a los cuidadores? ¿La culpa es de la sociedad?

Este artículo es un extracto de la guía del libro de Shortform "Trabajos de mierda" de David Graeber. Shortform ofrece los mejores resúmenes y análisis de libros que deberías leer.

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¿Por qué se paga tan poco a los cuidadores? ¿Cómo contribuyen los valores culturales a que se pague tan poco a los cuidadores?

El escritor y antropólogo David Graeber escribió Bullshit Jobs para explicar cómo la sociedad infravalora el trabajo de cuidados. Según él, como el trabajo de cuidados no produce bienes, la sociedad lo considera menos importante y justifica que se pague tan poco a los cuidadores.

Siga leyendo para saber por qué los cuidadores cobran tan poco, según Graeber.

La sociedad infravalora a los cuidadores

En su libro Bullshit Jobs, David Graeber sostiene que las sociedades industriales permiten empleos inútiles -trabajos que no sirven para nada a la sociedad- porque infravaloran el trabajo asistencial. Sostiene que el trabajo asistencial aporta un valor real a la sociedad al garantizar la satisfacción de las necesidades de las personas. Sin embargo, sostiene que una de las razones por las que los cuidadores cobran tan poco es porque su trabajo está infravalorado y se considera menos importante que el trabajo que produce bienes.

¿Qué es el trabajo asistencial?

El trabajo asistencial incluye tareas como criar a los hijos, cuidar a los ancianos o velar por los enfermos. También hay muchos empleos con componentes de trabajo asistencial, como cuando las enfermeras intentan gestionar las emociones de un paciente tranquilizándolo antes de una intervención quirúrgica arriesgada. Esto aporta valor a la sociedad porque mejora la calidad de vida de los clientes, a diferencia de un trabajo de oficina en el que el trabajador no tiene responsabilidades reales. 

¿Por qué se paga tan poco a los cuidadores?

Graeber argumenta que la sociedad no considera un problema que los cuidadores cobren tan poco porque la infravaloración del trabajo asistencial se ha incorporado a los valores de la sociedad moderna. Señala dos causas culturales: el sexismo y el capitalismo.

Sexismo: El trabajo de cuidados ha sido tradicionalmente realizado por mujeres y, por tanto, se considera menos valioso en las sociedades con una historia de sexismo. Graeber sostiene que estas sociedades presuponen que las mujeres son menos valiosas y, por tanto, su trabajo también debe serlo. 

Capitalismo: En segundo lugar, Graeber sostiene que en las economías basadas en el mercado, el valor de todo trabajo debe cuantificarse e intercambiarse. Si se quiere intercambiar un bien por otro, los valores de ambos deben traducirse en cantidades de moneda. Los cuidadores cobran tan poco porque el valor del trabajo de cuidados es más difícil de medir, lo que dificulta su intercambio con otras mercancías. Por ejemplo, ¿podrías poner precio al valor que tus padres te dieron al criarte? Probablemente no. Como no se puede poner una cifra a ese valor, es posible que tu cultura no lo considere "trabajo" en el sentido convencional.

La diferencia entre el trabajo de cuidados remunerado y no remunerado

Para abordar los problemas económicos causados por la infravaloración del trabajo de cuidados, es útil distinguir entre trabajo de cuidados remunerado y no remunerado. El trabajo de cuidados remunerado incluye el cuidado de otras personas, como los niños en guarderías, pero también puede incluir el trabajo doméstico, como limpiar la casa de otra persona. El trabajo de cuidados no remunerado suele consistir en cuidar de los propios hijos, ocuparse de las tareas domésticas o cuidar de un familiar enfermo o anciano. Esta distinción es importante porque la infravaloración tiene consecuencias económicas diferentes en cada caso.

Muchos economistas estarían de acuerdo con Graeber en que los cuidadores remunerados están infravalorados en proporción al valor que aportan. En Estados Unidos, las trabajadoras domésticas tienen tres veces más probabilidades de vivir en la pobreza que el resto de los trabajadores. Las disparidades raciales y de género también desempeñan un papel importante en EE.UU., ya que los cuidadores son desproporcionadamente mujeres de color.

El trabajo de cuidados no remunerado también supone una carga para las economías porque recae desproporcionadamente en las mujeres. Esto impide que las mujeres participen en pie de igualdad en la población activa, lo que puede reducir la prosperidad de un país. Para ilustrarlo, los economistas han descubierto una correlación positiva entre la riqueza de una sociedad y la proporción de trabajo de cuidados no remunerado realizado por hombres.

La infravaloración del trabajo asistencial crea empleos inútiles

Graeber sostiene que la infravaloración del trabajo asistencial contribuye a la proliferación de empleos sin sentido de dos maneras distintas. En primer lugar, al tratar de hacer frente al desempleo causado por la automatización, las sociedades industriales han optado por financiar el trabajo de gestión sin sentido en lugar del valioso trabajo de cuidados.

En segundo lugar, la necesidad de cuantificar el valor aportado por los cuidadores profesionales -como los trabajadores sociales- ha creado puestos de trabajo administrativos adicionales cuya función es intentar medir y documentar el valor del trabajo realizado por estos cuidadores. Intentar cuantificar lo que no es fácilmente cuantificable genera un trabajo burocrático adicional e innecesario, que genera nuevos puestos de trabajo sin sentido.

¿Se puede medir el valor total del trabajo de cuidados no remunerado?

Aunque intentar asignar un valor de cambio al trabajo de cuidados puede crear tareas adicionales innecesarias, algunos economistas han argumentado que intentar estimar el valor total del trabajo de cuidados no remunerado en una economía puede tener importantes implicaciones políticas. Sostienen que si los responsables políticos comprendieran realmente la importancia económica de este trabajo, sería más probable que invirtieran en él.

Por ello, varios economistas han intentado asignar un valor monetario al total del trabajo de cuidados realizado en un país. Algunos se han centrado en el coste de contratar a una niñera o a alguien que limpie la casa para hacer todo el trabajo que realiza un cuidador no remunerado. Otros se centran en cómo el trabajo asistencial ayuda a quienes ya forman parte de la población activa y permite otras formas de producción. Los economistas han realizado estudios en India, Japón, Australia, Sudáfrica y otros países. Han calculado que el valor total del trabajo asistencial no remunerado oscila entre el 15% y el 60% del PIB total, dependiendo del país.
¿Por qué se paga tan poco a los cuidadores? ¿La culpa es de la sociedad?

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Esto es lo que encontrará en nuestro resumen completo de Trabajos de mierda:

  • Por qué muchos empleos de las sociedades industriales contemporáneas no aportan ningún valor a la sociedad
  • Cómo saber si un trabajo es inútil y los tipos y características de los trabajos inútiles
  • Cómo la renta básica universal eliminaría la necesidad de trabajos inútiles

Emily Kitazawa

Emily descubrió su amor por la lectura y la escritura a una edad temprana, aprendiendo a disfrutar de estas actividades gracias a que su madre se las enseñó. De joven, Emily se licenció en Inglés, especializándose en Escritura Creativa y TEFL (Enseñanza del Inglés como Lengua Extranjera), por la Universidad de Florida Central. Más tarde obtuvo un máster en Educación Superior por la Universidad Estatal de Pensilvania. A Emily le encanta leer ficción, especialmente japonesa moderna, histórica, policíaca y filosófica. Su escritura personal se inspira en la observación de la gente y la naturaleza.

One thought on "¿Por qué se paga tan poco a los cuidadores? ¿La culpa es de la sociedad?"

  • 27 de septiembre de 2023 a las 14:10
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    Los cuidadores son una parte muy importante de la vida, ¿qué haríamos sin ellos? Sé que no son como una enfermera, pero parece que nunca se les menciona.

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