

Este artículo es un extracto de la guía del libro deShortform "El poder de la disciplina" de Daniel Walter. Shortform tiene los mejores resúmenes y análisis del mundo de los libros que deberías leer.
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¿Eres capaz de retrasar la gratificación? ¿Eres capaz de esforzarte para alcanzar tus objetivos? ¿Es posible entrenarse para ser autodisciplinado?
En El poder de la disciplina, Daniel Walter explora qué es la autodisciplina y por qué la gente lucha con ella. Explica las tendencias biológicas que dificultan la capacidad de autodisciplina y cómo fortalecer la autodisciplina para que puedas lograr tus objetivos y alcanzar todo tu potencial.
Siga leyendo para obtener una visión general de este libro perspicaz y práctico.
Resumen de El poder de la disciplina
Obligarse a ser productivo cuando hay casi cualquier cosa que preferirías hacer es difícil. De hecho, forma parte de nuestra naturaleza elegir las tentaciones y la gratificación instantánea en lugar del trabajo duro y los objetivos a largo plazo. Sin embargo, en El poder de la disciplina, Daniel Walter explica que la capacidad de autodisciplina -actuar en beneficio propio a pesar de las tentaciones- es la base para lograr cualquier tipo de éxito en la vida. Por suerte, señala, la autodisciplina es una habilidad que puede practicarse y fortalecerse con el tiempo mediante el desarrollo de buenos hábitos.
Walter es un autor canadiense. Tras licenciarse en neurociencia cognitiva por la Universidad de Yale, decidió utilizar su pasión por la escritura y sus conocimientos sobre la mente para ayudar a los demás a mejorar sus capacidades y alcanzar todo su potencial. En concreto, su trabajo se centra en mejorar la concentración, los hábitos y la memoria. Walter también es autor de Hábitos para el éxito, Cómo dejar de procrastinar, El proyecto de la productividad, Recupera tu día y Enfoque de diez minutos.
Empezaremos explicando qué es la autodisciplina y por qué luchamos con ella. A continuación, hablaremos de las tendencias biológicas que dificultan la autodisciplina y cómo combatirlas. Por último, hablaremos de los hábitos productivos que deberías desarrollar para superar las tendencias negativas y fortalecer tu capacidad de autodisciplina.
¿Qué es la autodisciplina y por qué nos cuesta tanto?
La autodisciplina es la capacidad de tomar decisiones saludables y productivas, luchar contra las tentaciones y la gratificación instantánea y, en última instancia, actuar en beneficio propio. Walter señala que tener autodisciplina es crucial porque te empuja hacia acciones que generan éxito: comprometerte plenamente con tus objetivos, desarrollar buenos hábitos y trabajar duro de forma constante.
A pesar de la importancia de la autodisciplina, muchas personas carecen de esta capacidad porque los seres humanos tienen una tendencia natural a optar por la gratificación instantánea en lugar del trabajo duro y las recompensas a largo plazo. Walter explica además que los seres humanos luchan contra la autodisciplina y, en consecuencia, no consiguen alcanzar sus objetivos, debido a cuatro tendencias biológicas principales: ansiar la constancia, sobrestimar sus propias capacidades, dejar las cosas para más tarde y fijarse expectativas poco realistas.
Tendencia nº 1: Ansia de constancia
En primer lugar, Walter explica que nos resistimos al cambio y anhelamos la coherencia. Esta tendencia obstaculiza la autodisciplina porque nos impide dar pasos incómodos que alteran la constancia pero desencadenan la mejora y el éxito.
Los humanos temen la pérdida y el fracaso y desean la comodidad
Hay tres razones por las que los seres humanos ansían la coherencia y, por tanto, evitan tomar decisiones difíciles pero necesarias.
Razón nº 1: Tememos que el cambio, o pasar a algo nuevo, nos haga perder algo valioso que tenemos actualmente.
Razón nº 2: Tememos el fracaso y el arrepentimiento que puede desencadenar el cambio.
Razón nº 3: Cuanto más tiempo experimentamos algo -en este caso, nuestra situación actual-, más cómodo y agradable nos resulta.
Cuando tengas que tomar una decisión importante, anota tus opciones (por ejemplo, hacer la mudanza o quedarte en tu ubicación actual) y haz una lista de los pros y los contras de cada una. Al día siguiente, vuelve a tus notas y determina qué opción será más ventajosa para mejorar y alcanzar tus objetivos.
Tendencia nº 2: Sobreestimar las capacidades personales
La segunda tendencia que puede afectar a la autodisciplina es el efecto Dunning-Kruger, señala Walter. Este efecto significa que las personas que tienen poca habilidad en una destreza son más propensas a sobrestimar su habilidad en esa destreza. Según este fenómeno, es probable que las personas con poca autodisciplina sobrestimen su capacidad y, por lo tanto, dejen de practicarla. Esto es problemático porque, como ya se ha dicho, la autodisciplina es una habilidad que hay que practicar regularmente para ser bueno en ella.
Para evitar esta tendencia, Walter recomienda pedir opiniones a otras personas, sobre todo alas que dominan la habilidad en la que se quiere trabajar.
Tendencia #3: Procrastinación
Walter explica que la procrastinación debilita nuestra capacidad de autodisciplina porque, cuanto más procrastinamos, más habitual se vuelve y menos probable es que practiquemos la autodisciplina. Hay dos formas principales de procrastinación. En primer lugar, podemos retrasar el trabajo duro en favor de algo que nos gratifique al instante. En segundo lugar, podemos pasar más tiempo planificando el trabajo que haciéndolo , lo que nos hace menos propensos a empezarlo.
Para resistir la tendencia a procrastinar, Walter hace dos sugerencias. En primer lugar, empieza una tarea lo antes posible después de decidirte a hacerla. En segundo lugar, deja de planificar y empieza a hacer una tarea cuando estés seguro al 70% de que lo conseguirás: la perfección no existe.
Tendencia nº 4: Establecer expectativas poco realistas
Por último, Walter explica que establecemos expectativas poco realistas al subestimar la cantidad de tiempo y esfuerzo que requiere alcanzar nuestros objetivos. Cuando tomas la decisión fácil de rendirte en lugar de dedicar el tiempo y el esfuerzo necesarios para alcanzar tu objetivo, debilitas tu capacidad de autodisciplina. Esto se debe a que rendirse es otra forma de tentación y gratificación instantánea.
Para superar esta tendencia, Walter recomienda dedicar tiempo a analizar tus objetivos y las acciones que estás llevando a cabo para alcanzarlos. Pregúntate cuál es un plazo racional para completar tu objetivo, qué trabajo debes hacer para conseguirlo y con qué frecuencia o cuándo necesitas hacer ese trabajo para alcanzar tu objetivo dentro del plazo dado.
Mejorar la autodisciplina con buenos hábitos
Walter sostiene que la mejor forma de mejorar tu capacidad de autodisciplina es deshacerte de los malos hábitos y sustituirlos por otros buenos que favorezcan la disciplina. Para anular los malos hábitos que debilitan tu capacidad de autodisciplina, Walter recomienda desarrollar los siguientes buenos hábitos:
Hábito nº 1: Crear rutinas matutinas y vespertinas
Walter explica que seguir una rutina saludable por la mañana y por la noche facilita adoptar comportamientos productivos y tomar buenas decisiones. Convertir estas rutinas en un hábito te ayudará a resistir tentaciones improductivas.
Para tu rutina matutina, planifica a qué hora levantarte, desayunar, salir hacia el trabajo, etc. Tu rutina nocturna debe empezar una hora antes de acostarte e incorporar cosas que te faciliten conciliar el sueño.
Hábito nº 2: Crear planes para alcanzar sus objetivos
Walter explica que los grandes objetivos son desalentadores y pueden llevar a la inacción si parecen demasiado elevados. Para evitar la inacción, identifica claramente tus objetivos y crea un plan de acción para alcanzarlos. Si tienes claros tus objetivos y los divides en acciones diarias, te resultará más fácil practicar la autodisciplina y tendrás más probabilidades de tener éxito.
Para crear un plan de acción eficaz, primero tienes que ser claro y realista sobre tu objetivo final. A continuación, desglosa las tareas que debes realizar para alcanzar tu objetivo. Una vez que hayas esbozado las tareas necesarias para alcanzar tu objetivo, crea un programa diario para poder realizar una tarea (o subobjetivo) cada día.
Hábito nº 3: Controla tus impulsos
Walter explica que uno de los hábitos más perjudiciales para la autodisciplina es actuar según nuestros impulsos sin pensar. Este hábito puede presentarse en forma de ceder a las tentaciones. Walter recomienda desarrollar dos hábitos que le ayudarán a controlar sus impulsos: tener presente la regla del 40% y seguir la regla de los 10 minutos.
La regla del 40% afirma que, normalmente, sólo has hecho el 40% del trabajo que eres capaz de completar cuando empiezas a perder energía y te sientes a punto de abandonar. En lugar de rendirte en ese momento, reconoce el malestar e intenta superarlo.
La regla de los 10 minutos está diseñada para ayudarle a superar sus impulsos de gratificación instantánea. Cuando sientas el impulso de tomar una decisión improductiva, espera 10 minutos y comprueba si se desvanece.
Hábito nº 4: Familiarizarse con la incomodidad
Walter explica que la autodisciplina puede resultar incómoda porque a menudo implica obligarnos a hacer algo que no queremos. Sin embargo, si observamos nuestros impulsos de adoptar comportamientos improductivos y elegimos practicar la autodisciplina a pesar de su incomodidad, reforzaremos nuestra capacidad de resistir esos impulsos.
Walter explica que una de las mejores formas de familiarizarse con la incomodidad es buscar activamente situaciones que nos saquen de nuestra zona de confort.
Hábito nº 5: Practicar la atención plena y la meditación
Walter sostiene que practicar la atención plena -concentrarse en el presente y controlar los pensamientos y las emociones- es clave para mejorar la autodisciplina. Esto se debe a que es más difícil autodisciplinarse cuando estás abrumado por pensamientos y emociones negativas.
Walter explica que una de las mejores formas de desarrollar la atención plena es adquirir el hábito de meditar. Con el tiempo, la meditación te permite ser más consciente más a menudo. También produce muchos beneficios que están directamente relacionados con la capacidad de autodisciplina, como la concentración, la toma de decisiones racionales y el retraso de la gratificación instantánea.
Hábito nº 6: Comprométete plenamente con tus objetivos
Walter explica que, para practicar eficazmente la autodisciplina, debes comprometerte plenamente con tus objetivos. Cuando te comprometes a "intentar"hacer algo, sólo harás un esfuerzo a medias. Debes poner el 100% de tu esfuerzo en el trabajo necesario.
Aumentar el compromiso marcándose un ritmo y creando una rutina
En primer lugar, modera tu ritmo y la cantidad de trabajo que realizas. Asegúrate de repartir el trabajo en un periodo de tiempo racional.
En segundo lugar, crea una rutina centrada en el objetivo y cúmplela incluso después de empezar a tener éxito. Walter explica que alcanzar el éxito requiere constancia.
Hábito nº 7: Crear asociaciones positivas
Walter explica que utilizar la autodisciplina para obligarte a hacer un trabajo importante no te sostendrá para siempre. Debes crear asociaciones positivas con el trabajo que haces, aunque no sea algo que te guste especialmente.
Para formar asociaciones positivas con tu trabajo, crea un ritual que integre las cosas que te gustan en tu proceso de trabajo: antes, durante y después de trabajar. Walter subraya que estas rutinas deben repetirse para que el cerebro forme asociaciones positivas con el trabajo.
Ejercicio: Superar las tentaciones y la gratificación instantánea
Walter explica que una de las mayores amenazas para la autodisciplina es actuar según tus impulsos sin pensar -más comúnmente, ceder a las tentaciones y a la gratificación instantánea. Sin embargo, si puedes identificar tus puntos débiles y determinar estrategias para superarlos, podrás fortalecer tu autodisciplina y adoptar un comportamiento productivo.
- ¿Cuáles son los tres impulsos improductivos más comunes que encuentras en tu vida diaria? (Por ejemplo, ¿te sientes obligado a comer un plato de pasta instantánea en lugar de una comida nutritiva? ¿Luchas contra el impulso de jugar a videojuegos en lugar de limpiar la casa)?
- Basándote en las tendencias biológicas y los malos hábitos comentados por Walter, ¿cuáles crees que son las causas subyacentes de cada uno de los impulsos que acabas de identificar? (Por ejemplo, ¿te apetece el plato de pasta porque te reconforta? ¿Te sientes obligado a jugar en lugar de limpiar porque temes perder el tiempo de juego que tanto te gusta?).
- Por último, identifica cuál de las posibles soluciones de Walter te ayudará a resistir estas tentaciones y a desarrollar la autodisciplina. (Por ejemplo, ¿te ayudaría la regla de los 10 minutos a superar el impulso de comer un plato de pasta en lugar de una comida nutritiva? ¿Incorporar la limpieza a tu rutina matutina te facilitaría resistir el impulso de jugar en su lugar?).

---Fin de la vista previa.
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Esto es lo que encontrará en nuestro resumen completo de El poder de la disciplina :
- Qué es la autodisciplina y por qué luchamos contra ella
- Cómo hacer lo que debes hacer aunque no sea lo que quieres hacer
- Los seis buenos hábitos que anularán tus malos hábitos