Cómo tener Conversaciones cruciales: Los 7 pasos

Este artículo es un extracto del resumen de Shortform de "Conversaciones cruciales" por Kerry Patterson. Shortform tiene los mejores resúmenes del mundo de libros que deberías leer.

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¿Quiere saber cómo mantener conversaciones cruciales? ¿Aprender a mantener conversaciones cruciales forma parte de sus objetivos de mejora personal y de sus habilidades comunicativas?

Aprender a mantener conversaciones cruciales puede ayudarle a comunicarse mejor y con más eficacia en su vida personal y profesional. Sigue leyendo para descubrir cómo mantener conversaciones cruciales, así como consejos y sugerencias.

Cómo tener Conversaciones cruciales

En Conversaciones cruciales: Herramientas para hablar cuando hay mucho en juego, los autores Kerry Patterson, Joseph Grenny, Ron McMillan y Al Switzler sostienen que muchos problemas están causados por el comportamiento de las personas cuando discrepan con otras sobre cuestiones emocionales de alto riesgo. El rendimiento de la organización y la calidad de las relaciones mejoran significativamente cuando las personas aprenden a manejar con eficacia estas conversaciones cruciales.

Una conversación crucial es una discusión caracterizada por la existencia de grandes riesgos, opiniones divergentes y emociones fuertes. Las conversaciones cruciales suelen ser interacciones cotidianas típicas, y no reuniones planificadas de alto nivel. Estas conversaciones pueden tener un gran impacto en su vida. Algunos ejemplos son: poner fin a una relación, pedir a un compañero de piso que se mude, resolver un problema con un ex cónyuge, enfrentarse a un compañero de trabajo por su comportamiento o hacer una crítica al jefe.

A menudo intentamos evitar estas conversaciones porque tememos empeorar las cosas. Y de hecho, cuando tenemos conversaciones cruciales, solemos manejarlas mal. Nos comportamos de la peor manera en los momentos más críticos. Podemos retraernos o enfurecernos y decir cosas de las que luego nos arrepentimos. Pero aprender a mantener conversaciones cruciales puede convertirte en un comunicador mucho mejor.

Normalmente fracasamos en estas conversaciones porque:

  • La naturaleza juega en nuestra contra. Cuando estamos estresados, nos sube la adrenalina y la sangre se desvía del cerebro a los músculos, de modo que nuestra capacidad de pensar se resiente.
  • Nos cogen desprevenidos. Las conversaciones cruciales suelen pillarnos por sorpresa: reaccionamos de forma precipitada y luego nos preguntamos: ¿en qué estaba pensando?
  • Carecemos de las habilidades adecuadas. No sabemos por dónde empezar a responder o iniciar una conversación crucial, así que nos lanzamos sin más. 
  • Nuestra reacción es contraproducente. Actuamos de manera que no conseguimos lo que queremos. Somos nuestros peores enemigos. Por ejemplo, cuando un miembro de la pareja desatiende al otro, el agraviado puede responder con sarcasmo y mordacidad, lo que hace que la parte ofensiva pase aún menos tiempo con él.

Pero esto no tiene por qué ocurrir. Las personas pueden aprender a manejar estas conversaciones con eficacia. Y cuando lo hacen, su carrera, su salud, sus relaciones personales y su organización o empresa se benefician enormemente.

Para que las conversaciones cruciales sean constructivas, deben tener un propósito compartido y las condiciones deben ser seguras para que todos puedan contribuir. Es importante que todas las partes participen para llegar a la mejor conclusión o resultado. Sin embargo, muchas conversaciones se descarrilan cuando las personas se comportan de forma agresiva, ocultan sus puntos de vista o actúan por motivos que socavan el propósito compartido.

En concreto, hay siete principios clave para el diálogo, que incluyen habilidades de aplicación que puedes poner en práctica mientras aprendes a mantener conversaciones cruciales.

Cómo tener Conversaciones cruciales: Los siete principios del diálogo

Cuando estés aprendiendo a mantener una conversación crucial, estos siete principios del diálogo deben servirte de guía. Te ayudarán a ser fiel a ti mismo mientras aprendes a escuchar.

1. Conoce tu corazón

En las discusiones de alto riesgo, mantente centrado en lo que realmente quieres (tu objetivo general, como una relación más sólida), para no desviarte con juegos de conversación, como intentar ganar, castigar a la otra persona o mantener la paz. 

Además, rechaza la elección tonta de limitarte a una de las dos alternativas (puedo quedarme callado y mantener la paz, o puedo hablar y arruinar mi relación). Busca la manera de hacer ambas cosas: hablar y tener una relación más fuerte.

2. Hacer que las condiciones sean seguras

El primer requisito para un diálogo sano es la seguridad. No se puede mantener un diálogo constructivo cuando las personas no se sienten seguras, porque empiezan a actuar de forma improductiva y dejan de contribuir al diálogo. Para mantener la seguridad en una conversación, hay que vigilar dos elementos: lo que se discute y lo que la gente hace en respuesta, tanto el contenido como las condiciones de la conversación.

Garantizar unas condiciones seguras para la conversación:

  • Fíjese en el momento en que una conversación se vuelve crucial, y podría desviarse debido a respuestas emocionales.
  • Busque problemas de seguridad (personas que se retraen o se comportan de forma agresiva) que cortocircuiten el diálogo, e intervenga antes de que se descontrolen.
  • Cuidado con volver a tu estilo en situaciones de estrés. En conversaciones cruciales, volverás a las tácticas con las que creciste (debate, tratamiento del silencio, manipulación, etc.). Debes estar alerta a estas tendencias para contrarrestarlas.

3. Haga que el contenido sea seguro

Para que la gente se sienta segura al decir lo que piensa, hay dos requisitos: 1) a propósito mutuo para la conversación (acuerdo sobre lo que se quiere conseguir); y 2) respeto mutuo: se respetan las opiniones y sentimientos de cada participante.

Cuando alguien no se siente seguro al decir algo potencialmente controvertido, o bien no confía en un propósito mutuo (sospecha de segundas intenciones), o bien alguien ha socavado el respeto mutuo (por ejemplo, atacando a otra persona, suspirando o haciendo oídos sordos). El diálogo no puede reanudarse hasta que se haya restablecido el respeto.

Necesitas aclarar o reconstruir el propósito mutuo si tus motivos y objetivos, o los de otra persona, parecen sospechosos. Utiliza las habilidades CRIB:

  • Comprometerse a buscar un propósito mutuo (comprometerse a mantener el diálogo hasta encontrar algo que satisfaga a todos).
  • Reconocer el propósito que subyace a la estrategia (preguntar a la gente por qué quiere lo que está impulsando).
  • Inventa un propósito mutuo (si seguís enfrentados)
  • Lluvia de ideas sobre nuevas estrategias (con un claro propósito mutuo)

Cuando necesites reparar un malentendido para restablecer el respeto, puedes utilizar la habilidad de contrastar. Contrastar es una afirmación de no hacer/hacer que:

  • Responde a las preocupaciones de los demás de que no les respetas o de que tienes un propósito malicioso.
  • Confirma tu respeto o aclara tu verdadero propósito (la parte de hacer ).

Un ejemplo de contraste en una conversación de pareja: " No quiero sugerir que este problema es tuyo. Creo que es nuestro. No quiero poner la carga sobre ti. Lo que quiero es poder hablar para entendernos mejor".

Dependiendo del tema de las conversaciones, aprender a mantener una conversación crucial puede resultar difícil, sobre todo cuando se trata de crear seguridad para expresar y controlar las emociones.

4. Controle sus emociones

Nuestras emociones están generadas por "historias" que nos contamos a nosotros mismos cuando alguien hace o dice algo. Estas historias son nuestras interpretaciones de lo que hemos visto u oído. Las interpretaciones negativas conducen a sentimientos negativos y luego a acciones improductivas.

Pero podemos cambiar nuestras emociones replanteándonos nuestras historias, o desandando el camino desde nuestros sentimientos y acciones hasta el incidente que los provocó: fíjate en tu comportamiento, identifica tus sentimientos, analiza la historia que crea tus sentimientos y vuelve a los hechos (pregúntate qué pruebas tienes para apoyar tu historia y si los hechos podrían apoyar una historia o conclusión diferente). Asegúrate también de que te estás contando la historia completa y no has omitido ningún hecho para justificar tu reacción.

5. Comparte tus historias

Exprese sus puntos de vista (cuente su historia) de forma que los demás se muestren receptivos, fomente la retroalimentación y esté dispuesto a modificar sus puntos de vista o su historia cuando los hechos adicionales lo justifiquen. Cuando te dejes llevar por emociones y acciones improductivas, vuelve a los hechos para comprobar su veracidad.

Este proceso puede desglosarse del siguiente modo, recordando el acrónimo ESTADO:

  • Comparte tus datos: Empieza por los menos controvertidos.
  • Cuenta tu historia: Explica lo que empiezas a concluir.
  • Pregunte por los caminos de los demás: Anima a los demás a compartir tanto sus hechos como sus historias.
  • Hable tentativamente. Exponga su historia como una historia (su opinión), no como un hecho.
  • Fomente las pruebas: Busque de forma proactiva puntos de vista opuestos para poder contrastar su teoría con información adicional.

6. Explorar los caminos de los demás

Para mantener una conversación constructiva, hay que animar, escuchar y comprender los puntos de vista de los demás. Empieza con una actitud de curiosidad y paciencia. Utiliza cuatro habilidades de escucha para trazar el camino de la otra persona hacia la acción(AMPP).

  • Pregunte: Expresa interés por las opiniones de los demás.
  • Espejo: Reconoce las emociones que las personas parecen estar sintiendo.
  • Parafrasea: Repite lo que has oído.
  • Prime: Si los demás se contienen, haz una conjetura sobre lo que pueden estar pensando y sintiendo para iniciar el debate.

Cuando empieces a compartir tus puntos de vista, recuerda el ABC:

  • Estar de acuerdo: Pónganse de acuerdo cuando compartan puntos de vista en su mayor parte, en lugar de discutir sobre pequeños puntos de desacuerdo.
  • Crea: Ponte de acuerdo en lo que puedas, luego construye. ("Estoy completamente de acuerdo. Además, me he dado cuenta de que...")
  • Compara: Cuando discrepéis sustancialmente, comparad vuestros dos puntos de vista. ("Creo que veo las cosas de otra manera. Déjame que te lo explique").

7. Pasar de la conversación a los resultados

Una vez que todos aportan su información a una conversación crucial, el paso final es la acción. Todo el esfuerzo de la conversación es inútil a menos que haya un plan de acción y seguimiento para lograr resultados. Esta es una de las partes más difíciles de aprender a mantener una conversación crucial, ya que requiere pasar a la acción a partir de un diálogo cargado de emociones.

A menudo, los grupos no consiguen convertir las ideas en acciones y resultados por dos razones:

  • No tienen claro cómo se tomarán las decisiones.
  • No actúan conforme a las decisiones que toman.

Para pasar de las ideas a la acción, primero hay que elegir el método de toma de decisiones:

  • Mando: En las decisiones de mando, no nos corresponde decidir qué hacer, sino cómo hacerlo. Las decisiones se toman sin implicación alguna.
  • Consultar: Los responsables de la toma de decisiones invitan a otros a influir en ellos antes de hacer su elección. Consultan a expertos, a una población representativa o incluso a cualquiera que quiera ofrecer su opinión.
  • Votar: La votación es apropiada cuando la eficiencia es el objetivo más importante, y estás seleccionando entre una serie de buenas opciones.
  • Consenso: Se habla hasta que todos están de acuerdo en una decisión. Este método puede producir unidad y decisiones de alta calidad, o puede ser una gran pérdida de tiempo.

Los pasos adicionales son:

  • Asigne tareas: Determina quién hará qué y cuándo. Asigna un nombre y un plazo a cada responsabilidad.
  • Seguimiento: Acuerda con qué frecuencia y por qué método harás el seguimiento de una tarea.
  • Documento: Después de todo el trabajo realizado en una conversación crucial, no dependas de la memoria para garantizar el seguimiento. Escríbelo, lleva la cuenta y responsabiliza a los demás.

Ahora que ya sabes cómo mantener conversaciones cruciales, puedes aprovechar esas lecciones y aplicarlas a todas las formas de comunicación de tu vida. Tus habilidades también pueden ayudar a otras personas a aprender a tener conversaciones cruciales.

Cómo tener Conversaciones cruciales: Los 7 pasos

---Fin de la vista previa.

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Esto es lo que encontrará en nuestro resumen completo de Conversaciones cruciales :

  • Cómo abordar una discusión sin enfadarse
  • Los errores que comete la mayoría de la gente cuando intenta escuchar a otra persona
  • Cómo encontrar soluciones beneficiosas para todos

Carrie Cabral

Carrie lleva leyendo y escribiendo desde que tiene uso de razón, y siempre ha estado dispuesta a leer cualquier cosa que se le pusiera por delante. Escribió su primer cuento a los seis años, sobre un perro perdido que encuentra amigos animales en su viaje de vuelta a casa. Sorprendentemente, nunca fue seleccionado por ninguna editorial importante, pero despertó su pasión por los libros. Carrie trabajó en la edición de libros durante varios años antes de obtener un máster en Escritura Creativa. Le gusta especialmente la ficción literaria, la ficción histórica y la no ficción social, cultural e histórica que se adentra en los entresijos de la vida cotidiana.

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