Ética del carácter frente a ética de la personalidad: cambie su forma de pensar

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Existen dos enfoques para la superación personal: La ética del carácter frente a la ética de la personalidad. Cuando pensamos en la superación personal, sabemos que tiene que construirse desde dentro hacia fuera. Primero hay que saber quiénes somos, y comprender nuestras propias perspectivas y nuestro carácter, para entender cómo podemos cambiar.

¿Qué es la ética del carácter frente a la ética de la personalidad?

Este método empieza examinando y ajustando tu carácter, tus motivos y tu forma de ver el mundo; sólo cuando empiezas desde los cimientos de tu carácter y tu visión del mundo puedes hacer cambios de comportamiento duraderos. 

Este enfoque implica

  • Mejorar su carácter antes que su personalidad
  • Centrarse en los principios antes que en las prácticas
  • Ajustar tus paradigmas, o tu forma de ver el mundo, para cambiar tus acciones.
  • Mejorar uno mismo (conseguir las llamadas "victorias privadas") antes de poder establecer mejores relaciones con los demás ("victorias públicas").

Esto nos lleva a la ética del carácter frente a la ética de la personalidad. La ética del carácter se centra en los rasgos fundamentales, como la integridad, la humildad, el trabajo duro, la lealtad, el autocontrol, el valor, la justicia, la paciencia, la modestia y la moralidad. Se trata de principios básicos que cualquier persona, en cualquier cultura o época, podría considerar importantes. La ética del carácter frente a la ética de la personalidad viene determinada por cada persona, pero también puede verse influida por las normas y expectativas de la sociedad. Por ejemplo, en los primeros 150 años de existencia de este país, la mayoría de las publicaciones sobre cómo tener éxito utilizaban un enfoque basado en la ética del carácter.

La Ética de la Personalidad hace hincapié en las habilidades y prácticas que afectan a su imagen pública, actitudes y comportamientos. Este enfoque ofrece soluciones rápidas: cómo ser más encantador, tener una actitud más positiva, caerle bien a la gente e influir en los demás para que hagan lo que uno quiere. Sin embargo, estas soluciones suelen funcionar sólo temporalmente, mientras que el problema subyacente permanece y acaba resurgiendo. Después de la Primera Guerra Mundial, la literatura sobre el éxito cambió en gran medida el enfoque de la Ética del Carácter a la Ética de la Personalidad. Las diferencias entre la Ética del Carácter y la Ética de la Personalidad pueden observarse en determinados periodos de tiempo y en lo que la gente se centraba para mejorar.

La ética del carácter frente a la ética de la personalidad pueden abordarse de esta manera: La ética del carácter aborda los rasgos primarios, mientras que la ética de la personalidad abarca los rasgos secundarios, como las habilidades de comunicación, las estrategias interpersonales y el pensamiento positivo. Estas técnicas suelen ser esenciales para el éxito, pero son endebles e ineficaces si no se basan en un carácter que las respalde; hay que empezar por los cimientos. Por ejemplo, si intentas utilizar habilidades de comunicación para que la gente confíe en ti, pero tu carácter no es honesto y digno de confianza, los efectos serán vacíos y, con el tiempo, la gente se dará cuenta de lo que haces.

También se puede pensar en la ética del carácter frente a la ética de la personalidad de esta manera: en situaciones puntuales o a corto plazo, es posible arreglárselas sólo con la personalidad. Pero sin la base de los rasgos primarios, la ética del carácter, los rasgos secundarios nunca tendrán un impacto duradero. 

Trabajar en la mejora de la personalidad sin establecer primero los rasgos de carácter necesarios sería como si un agricultor tratara de encajar todo su trabajo en una sola temporada. Si el agricultor se salta la siembra en primavera y descuida el riego y la nutrición de los brotes durante todo el verano, y luego intenta plantar, regar y cosechar en otoño, no funcionará. No se puede atajar el proceso ni ignorar las diferencias entre la Ética del Carácter y la Ética de la Personalidad cuando se necesitan ambas para la superación personal.

La ética del carácter frente a la ética de la personalidad es una distinción importante. Ambas crean una base que necesitas para ser eficaz, y necesitas comprender esta parte de ti mismo para buscar la superación personal.

Ética del carácter frente a ética de la personalidad: cambie su forma de pensar

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Carrie Cabral

Carrie lleva leyendo y escribiendo desde que tiene uso de razón, y siempre ha estado dispuesta a leer cualquier cosa que se le pusiera por delante. Escribió su primer cuento a los seis años, sobre un perro perdido que encuentra amigos animales en su viaje de vuelta a casa. Sorprendentemente, nunca fue seleccionado por ninguna editorial importante, pero despertó su pasión por los libros. Carrie trabajó en la edición de libros durante varios años antes de obtener un máster en Escritura Creativa. Le gusta especialmente la ficción literaria, la ficción histórica y la no ficción social, cultural e histórica que se adentra en los entresijos de la vida cotidiana.

One thought on "Ética del carácter frente a ética de la personalidad: cambia tu forma de pensar"

  • 10 de febrero de 2023 a las 13:16
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    ¿Lealtad? ¿Trabajo duro? Esto no parece correcto. Los 7 Hábitos no menciona ninguno de estos dos.

    Respuesta

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