

Este artículo es un extracto del sumario de Shortform de "Las 48 leyes del poder" por Robert Greene. Shortform tiene los mejores resúmenes del mundo de libros que deberías leer.
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Resumen de la Ley nº 40: Despreciar el almuerzo gratis
Utiliza el dinero y la generosidad de forma estratégica para alcanzar tus objetivos. Recuerda que todo tiene un precio, y no aceptes "regalos gratis". Pero utiliza el deseo de un "almuerzo gratis" para engañar a los demás. Utiliza los regalos para forjarte una reputación de generosidad, lo que crea un aura o poder, y también para obligar a la gente contigo.
Principios de Derecho 40
El dinero es una herramienta de poder: utilízalo de forma creativa y estratégica para mejorar tu reputación y poder. O utiliza la psicología de cómo se comporta la gente en torno al dinero para llevar a cabo estafas.
Cuando alguien te da algo gratis, estás obligado a ello. Por eso debes despreciar el almuerzo gratis. Debes proteger tu independencia, pero puedes utilizar esta táctica con los demás.
Según la Ley 40 de las 48 Leyes del Poder, cuando usted das un regalo, pones al receptor bajo una obligación. También desarmas a la persona, de modo que es menos probable que vea lo que realmente pretendes. Aumentas tu reputación -a todo el mundo le gustan las personas generosas- y consigues aliados, lo que favorece tu búsqueda de poder.
Hay varios tipos de personalidad que no entienden cómo utilizar el dinero o un almuerzo gratis para aumentar el poder. No caigas en estos patrones. Es más, cuando te encuentres con estos tipos, utiliza su debilidad a tu favor:
- Impulsados por la codicia: Las personas impulsadas por la codicia sólo ven balances. Ven a los demás como obstáculos o peones en su búsqueda de dinero. Se aíslan porque su frialdad aleja a los demás. Al centrarse en los números y no comprender la psicología, son fáciles de engañar.
- Obsesionados con las gangas: Estas personas malgastan tiempo, energía e incluso dinero buscando el mejor precio en todo, por pequeño que sea el ahorro. Cuando compran algo, se preocupan de si podrían haberlo conseguido en otro sitio por menos dinero. Sus gangas acaban saliendo caras cuando resultan estar mal hechas y hay que cambiarlas. Su actitud es contagiosa: cuando estás cerca de ellos empiezas a sentir que eres un pringado y que has pagado demasiado por algo. Recuerda que las gangas tienen costes ocultos.
- Jugador duro: Juegan con el dinero para demostrar su poder, por ejemplo haciéndote esperar el dinero que te deben, regateando sin parar o cobrando intereses exorbitantes. Disfrutan torturando a los demás por dinero.
- Demasiado generoso: La generosidad debe ser intencionada, con un fin concreto. Sin embargo, algunas personas dan dinero y regalos indiscriminadamente porque quieren ser admiradas o queridas. Pero cuando se da a todo el mundo, nadie se siente especial. Estas personas son fáciles de estafar porque se mueven por fuertes necesidades emocionales.
La Ley 40 en acción
He aquí algunos ejemplos de cómo aplicar la Ley 40 de las 48 Leyes del Poder:
- España estuvo a punto de arruinarse por la búsqueda de oro. Se gastaron cantidades incalculables de dinero en exploraciones fallidas en busca de oro y riquezas en Sudamérica, especialmente en la inútil búsqueda de El Dorado. Las ciudades se vaciaron y decayeron a medida que los hombres se unían a la búsqueda de riquezas supuestamente fáciles. Era lo único en lo que la gente podía pensar y hablar.
- La gente pierde el control y se vuelve irracional ante la perspectiva del dinero fácil. No dejes que la codicia te distraiga. Concéntrate en el poder -no en el dinero- y en las cosas que necesitas para construir el poder: autodisciplina, buena voluntad, aliados, respeto, etc. Como resultado, el dinero llegará.
- La duquesa de Marlborough era tristemente célebre por utilizar el dinero para jugar a mezquinos juegos de poder. Durante más de veinte años se quejó de los costes, despotricó y se negó a pagar al arquitecto y a los obreros que estaban construyendo el magnífico palacio de Blenheim. Por ser cruel y mezquina, perdió respeto y posición social, e irónicamente malgastó enormes sumas de dinero.
- En lugar de utilizar el dinero para demostrar poder, es mejor mejorar la reputación (que da dividendos) siendo generoso.
- El barón James Rothschild era judío y alemán y necesitaba aceptación social para acumular riqueza y poder como banquero y forastero en el París de la década de 1820. Así que utilizó el dinero, no para hacer regalos o sobornar a la gente, lo que se habría considerado vulgar, sino para ganarse el corazón de la gente. Gastó enormes sumas de dinero en agasajar a las clases altas y mostrar la cultura francesa. Por ejemplo, contrató a los mejores arquitectos franceses para que diseñaran jardines y un salón de baile para sus fiestas, y a un célebre chef para que preparara la mejor comida. Sus fiestas se hicieron famosas y sus gastos estratégicos le granjearon la aceptación que buscaba.
De todos estos ejemplos, el Barón Rothschild fue el que mejor supo proporcionar el almuerzo gratis a otras personas.
Excepciones a la Ley 40
¿Existen excepciones a la Ley 40 de Las 48 leyes del poder? ¿No hay que despreciar el almuerzo gratis? No. Como jugador de poder, entiendes que es imposible conseguir algo a cambio de nada; todo tiene un precio. Pero puedes utilizar el deseo de los demás de un "almuerzo gratis" o de dinero fácil para engañarlos y desplumarlos. Cegados por la codicia, no verán la estafa. Siempre es mejor seguir la Ley 40 de Las 48 leyes del poder: Desprecia el almuerzo gratis.
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