Este artículo es un extracto del resumen de Shortform de "Las 48 leyes del poder" por Robert Greene. Shortform tiene los mejores resúmenes del mundo de libros que deberías leer.
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Resumen de la Ley nº 1: Nunca aventajes al maestro
Haz que los que están por encima de ti se sientan siempre superiores. Pero no exageres cuando trates de impresionarles o agradarles, o sin querer les harás sentirse inseguros y tú sufrirás las consecuencias. Esfuérzate por hacer que tus jefes parezcan mejores y se sientan más listos que nadie. Nunca eclipses al maestro.
Principios de Derecho 1
Cuando se trata de poder, eclipsar al jefe es un error especialmente peligroso. Las personas en el poder necesitan sentirse seguras de su posición, superiores a los demás en inteligencia y carisma, y merecedoras de sus prebendas. Cuando se sienten inseguros, arremeten contra ellos.
Siempre que demuestras tus talentos provocas resentimiento y envidia (manifestaciones de inseguridad) en los demás, ya sean jefes, subordinados o compañeros. Por supuesto, no puedes pasarte la vida preocupándote por los celos mezquinos de todo el mundo, pero debes prestar especial atención a tu trato con los superiores debido a su mayor capacidad para perjudicarte. Pueden hacer rodar cabezas, aunque no tan literalmente como lo hacían los reyes del pasado. Por eso es importante que nunca eclipses al maestro, tu superior.
Para no hacer tambalearse a un superior, no intentes ganarte su aprobación presumiendo de tus dones y talentos. Puede parecer agradecido, pero a la primera oportunidad te sustituirá por alguien con menos talento y menos amenazador. No admitirá la verdadera razón -que has socavado su sensación de seguridad-, pero encontrará otro motivo para deshacerse de ti.
Eso es lo que le ocurrió a Nicolas Fouquet, ministro de Hacienda del rey Luis XIV. Fouquet trató de congraciarse con el rey organizando una gran y fastuosa fiesta en su recién terminado castillo para honrar al monarca. Fue una fiesta tan grandiosa que la gente no paraba de hablar de ella, lo que hizo que el rey se sintiera superado. Al día siguiente, Fouquet fue arrestado y encarcelado por el resto de su vida. El rey también le sustituyó por alguien cuyas fiestas eran siempre aburridas, y construyó su propio castillo utilizando los diseñadores y paisajistas que Fouquet había utilizado. Fouquet no había aprendido la lección de no eclipsar nunca al amo.
No ha cambiado mucho desde la época de Luis XIV en lo que respecta a la necesidad de los jefes de sentirse y parecer superiores.
Dos salvedades a la Ley 1
Hay situaciones en las que es difícil seguir la Ley 1, nunca eclipses al maestro. Puedes eclipsar involuntariamente a tu jefe simplemente siendo tú mismo (sobre todo si es extremadamente inseguro y poco atractivo). Tus talentos naturales, sólo por el hecho de existir, pueden hacer que el jefe parezca inferior.
- Respuesta: Si no puedes evitar ser superior, intenta evitar a los líderes extremadamente inseguros o encuentra la forma de disimular tus buenas cualidades cuando estés cerca de ellos. De ese modo, mantendrás el control en lugar de ser el blanco de su inseguridad.
No creas que porque le caes bien al jefe puedes hacer lo que quieras. Si das por sentado tu estatus y dejas que los favores se te suban a la cabeza, te excederás y el jefe se sentirá menoscabado.
- Responder: Mantén el sentido de los límites. Nunca olvides tu lugar ni sientas que te has ganado tus privilegios.
Utiliza la adulación para asegurarte de que nunca superas al maestro
Procure halagar a su jefe, pero sea discreto. Por ejemplo, si eres más inteligente, aparenta lo contrario. Actúa con ingenuidad, haciendo ver que necesitas su experiencia. Comete errores inofensivos que te den la oportunidad de pedirle ayuda. A los jefes les gusta compartir el don de su experiencia. Si tus ideas son mejores, atribúyelas al jefe de forma pública.
Poner manos a la obra Ley 1
A principios del siglo XVII, el astrónomo y matemático italiano Galileo tuvo cuidado de no eclipsar a sus jefes, la acaudalada familia Médicis, entre cuyos miembros había papas, reinas y una serie de duques. Como mecenas de Galileo, los Médicis proporcionaron un apoyo vital a sus investigaciones. La adulación también fue fundamental en su estrategia. Galileo nunca eclipsó a los maestros.
Cuando descubrió las cuatro lunas de Júpiter, Galileo utilizó su descubrimiento como una forma de honrar la grandeza de los Medici. Contó una historia mitológica en la que las cuatro lunas representaban a los cuatro hijos de los Medici girando alrededor de Júpiter, que representaba a su padre, Cosme II, el gran duque de Toscana.
Galileo se aseguró de que los Medici se sintieran y fueran vistos como más importantes que su descubrimiento, y por tanto no se sintieran amenazados por él, asociándolos con el brillo de las estrellas. Como resultado, Cosme II nombró a Galileo filósofo y matemático oficial de la corte con un sueldo. Éste fue un gran uso de la adulación para asegurarse de no eclipsar nunca al maestro.
Excepciones a la Ley 1
Si tu superior es una estrella en decadencia, no debes tener miedo de eclipsarla. Tampoco seas misericordioso: ella no alcanzó su poder siendo misericordiosa. Mide su fuerza:
- Si es débil, acelera tranquilamente su caída; supérala en los momentos clave.
- Si está a punto de venirse abajo, deja que ocurra o parecerá que te estás amontonando.
- Si tu superior es fuerte, pero sabes que tú eres mejor, espera pacientemente. El poder fluye y refluye de forma natural. Tu jefa acabará cayendo y, si juegas bien tus cartas, sobrevivirás a ella.
Pero, en general, recuerda la Ley 1: Nunca eclipses al maestro.
---Fin de la vista previa.
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Esto es lo que encontrará en nuestro resumen completo de Las 48 leyes del poder :
- Por qué nunca debes eclipsar a tu jefe
- Cómo parecer un amigo pero comportarse como un espía
- Las 6 reglas que no debes incumplir si quieres tener éxito